viernes, 30 de octubre de 2009

DE GRIS

De gris,
soy formal, cortés,
me corto el pelo una vez al mes.
Me pesan los pies
los días
silencios donde no amanece.

De gris
preparo la imposible vuelta al cuerpo,
el perfil de amante
el color de las horas,
vientos en vacío.

jueves, 22 de octubre de 2009

EL TREN DE ARGANDA

A Pablo

Transcurre acaso en algún lugar la vida verdadera,
esa que no pasa, que vive en algún prodigio.
Versos que pintan descoloridos muelles y recovecos.
A veces se detiene la vida que pasa,
nos arroja un cadáver a la cara y nos increpa.
La multitud se conmueve, enmudece.
Sale a las calles contra la violencia,
aplaude a los muertos.
Los funcionarios lamentan lo sucedido.
No llegaron a tiempo porque el humo de la locomotora
carcomió las verduras. Pitan más que andan.
Fue accidente decían, áspero silencio. Un crímen tal vez.
Doscientas patadas en la cabeza,
un gancho de hielo, destrozó su corazón.

Parece ser que todos los pueblos odian al vecino,
albañiles, panaderos, carpinteros, guardas jurados,
graves y sentimentales
no detienen a las pequeñas fieras delirantes.
Donan veinte duros para la Cruz Roja y el Cáncer,
brindan por un mundo sin fronteras,
humano, justo, insolidario.

viernes, 16 de octubre de 2009

LOS CONJURADOS

Estaba en torno al fuego.

Ser mortal me convocaba
más acá de la palabra
y la plegaria, en general,
conducía al punto de ambicionar,
mi palabra.

La noche traía
ecos del pasado animal,
sonidos guturales
de profundas cavernas
como carpelo,
vacío en ojos y vísceras.

La magia sonora iluminaba los días,
la voz del maestro
era un recuerdo del futuro.

Trapecista del hambre,
por temor a nacer enano
me disfrazaba de idiota
y converso
en leyendas urbanas.

Amante del soliloquio silencioso
y la masturbación ecuménica,
fui salvado
por albatros que indicaban
la dirección del viento
y playas de blanca arena.

Los tiempos
fueron la ilusión de aquel niño,
extraviado en la multitud.

Pedía en mis gritos
un trozo de justicia,
un pedazo de tierra,
una voz
para los sin voz.

Sin habla ni espanto.

Hoy es hoy por hoy.

Un día, reconocido como tal,
es un grado de civilización.

Aquietadas las guerras civiles,
comenzó la guerra santa.

Lejos queda la ciudad de los inmortales,
los ritos habitados por sapos y culebras.
Serpientes del Nilo,
conjuros apócrifos
recordando
lejanas ceremonias:
la adoración del sol.

viernes, 9 de octubre de 2009

RUGOSIDADES DEL ALMA

Una nube de rigor encadena mi mente.
De falsas astrologías, de costumbres un tanto extranjeras,
me entretengo en las rugosidades del alma.
En apariencia, conservo un aire, un sabor de soledad compartida.
Por mi oficio, me interesa
aquello que las iluminaciones traen a mis páginas:
Todas las monstruosidades violan gestos atroces.
Su soledad es la mecánica lírica.
Su lasitud erótica los movimientos amorosos .
De allí que la moral contemporánea
se descorporiza
en su pasión
y en su acción.
Terribles escalofríos de amores antiguos
luminosos de Hidrógeno.
Quisera decir: abandono la virtud y hacer gemir el viento
sobre el mar y cerca de las costas
o por encima de las grandes ciudades
o través de frías regiones polares recordar:
no es el espíritu de Dios el que pasa,
es el perfume que se dispersa
en el tiempo de los asesinos.
Los senderos son asperos.
Soy yo el que lo dice, también tengo sed de infinito
y cuando rondo las casas de los hombres
con cabellos flagelados en pensamientos tortuosos
quieto,
como una piedra en cualquier camino
destapo mi rostro y mi voz es un refugio.
Cada mañana cuando el sol levanta,
mis timpanos están alertas
mientras miro el tiempo inundado en memorias
sin que se mueva uno solo de mis rasgos.
Mi piel,
espina clavada en la historia
se agita en tus entrañas.

viernes, 2 de octubre de 2009

CALMABA TU SED

Tu frase: te amo
resuena en mis oidos.
Calmaba tu sed
en el tiempo que te peinabas
en el espejo de mis ojos. Imantados.
Te encuentro en los nombres,
porcelana empapada en origen
y hojas secas.
Espeso matiz.

Ahora no calles.
Habla sin dejar de desvestirte.
Desviaré el hechizo.
He resuelto no esperar que el piso de zafiro y promesas
se diluya en los pliegues de tu piel.
Recuerdas
nuestra mirada temblorosa entre la multitud.

Todo era posible en una nueva edad.
Ya sabes,
vengo de otros siglos
y es bueno
que los milenios se junten.

Te amo, te amo.
Pupilas celestes devoran al minotauro.
No tengo piedad.

Formas parte de mi fuerza y mi belleza
no retrocedas.
Entre hombres y mujeres
entrega tu compostura.

Y no esperes paz
porque las historias
no terminan.