sábado, 17 de septiembre de 2011

CUANDO ELLA RESURGIÓ EN EL HUMO

Ella me dijo: es la última mañana que ves fumando...
Abandonó sus cenizas y se entregó a la letra del paño de la risa que alborotó sus células.
La luna lunera, lunita de plata de vida interior, reflejó la intención de su mirada anhelante
y mutaban en ese gesto, sus pequeños pulmones vacilantes.
Páginas y horas, deslizándose en la piel de alveolos en claves de sol, abriendo sus ojos palpitantes,
en el agudo viaje de la desesperación a la esperanza.
Surgió después de los suaves unguentos del humo tibio con un espeso olor a tiempos que no vendrán.
Así, en un movimiento crepuscular bailaba en cocoteros gigantes al borde del mar y se alimentaba de frases y fresas del frondoso bosque de jazmines, mientras jugaba en la vieja cocina familiar.
Abandonar las volutas, alborotaba sus cabellos en el trance de salir del gran silencio sanguíneo y esa era una situación de honda sugestión para mí.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

OTRAS PASIONES

De fuerzas poderosas
hablamos,
gestadas
en las cimas del futuro
y los pasos
precipitados de la tarde,
en bello estilo
inundando la pleura.


Sostuve
la crudeza,
sin nombre,
de tu olor
guiándome
en la oscuridad.


Laberintos
en páginas
bordeando
pieles renovadas.


Hablamos
lenguas de Babel,
y en mis ojos
-como láminas flexibles-
despierta
el olor 
de la menta
en la ciudad,
irrevocable olvido.


Es lo mejor
que puedo hacer
con las horas
inconciliables,
los grandes momentos
y la particular 
visión de las cosas.