jueves, 25 de marzo de 2010

NEUROSIS Y TRASTORNOS SEXUALES EN EL HOMBRE

Uno de los aportes fundamentales del Psicoanálisis, es haber mostrado la importante relación entre la sexualidad y la vida psíquica. A partir de allí, puso de manifiesto como en la actividad sexual se expresa el nivel de resolución emocional de una vida. Desde esa perspectiva, al intentar conocer las patologías de las personas que consultan, se vuelve importante un estudio exhaustivo de las funciones y disfunciones sexuales, que en mayor o menor medida les afecta a todos. Una de las manifestaciones más comunes, es la que se presenta bajo la forma de una eyaculación considerada prematura. Tan general es esta perturbación de la vida sexual, que se llega a afirmar que todos los pacientes varones la han padecido o la padecen, de manera circunstancial, periódica o persistente. En el acercamiento al fenómeno, surge una primera dificultad al intentar definir o delimitar, que se entiende por eyaculación precoz.
Si se dice que algo es precoz, se está afirmando que acontece antes de lo que en términos generales, puede ser considerado adecuado o eficaz, de tal modo que una primera aproximación al tema, está referida al tiempo. Es necesario entonces, establecer tiempos y circunstancias. Estos márgenes oscilan, desde la finalización ocurrida apenas se inician los juegos sexuales, hasta la interrupción producida en el primer instante de la penetración, a veces con el sólo contacto de la piel. Este espectro varía de un extremo a otro, donde en un caso la finalización anticipada es considerada benigna, hasta otro donde se la clasifica como patológica. Estas manifestaciones son:
el nivel de excitación; el grado de expresión somática, o sea, si hay o no erección y también, los estudios, han reparado en considerar como ha sido la eyaculación, por ejemplo: a borbotones o en chorro o como un líquido que se escurre y además, es destacable la existencia o no de un orgasmo o varios. La eyaculación precoz, ha sido estudiada en el conjunto de las disfunciones sexuales que acompañan los desarrollos de los distintos procesos neuróticos. S. Freud ha encuadrado esta situación, en la clínica de las llamadas "Neurosis de Transferencia": la fobia o histeria de angustia; la neurosis obsesiva y en la histeria propiamente dicha o de conversión. Son personas que aparentan dar pero no lo hacen, hacen como que dan amor pero algo se los impide. Excitan y frustran, escenificando una especie de rechazo y una venganza inconsciente hacia las mujeres.
Las perturbaciones de la funciones pueden caracterizarse como: inhibiciones, es decir, funcionales o temporarias o bien, como síntomas, es decir, suponen una modificación permanente. En el varón, las inhibiciones más frecuentes, se ubican en el devío de la libido al principio del proceso, es decir, displacer psíquico en el encuentro con la compañera sexual o ausencia de erección o abreviación del acto o su contrapartida, la susencia de eyaculación. Son todas ellas al parecer, renuncias a la función, probablemente debido a temores inconscientes, son como atentados contra el coito real, producen una desconexión con el objeto y un intenso desencanto. Así es posible decir, que como el insomne es un somnoliento que no quiere dormir, el eyaculador precoz es alguien excitado que no quiere cohabitar. En la imposibilidad de alcanzar una potencia sexual masculina, vuelven de algún modo, a un placer pasivo de permitir el flujo de los productos corporales, junto a intensos sentimientos de autoreproches e insatisfacción.
En un gran número de casos, la eyaculación precoz, ocurre en el intento de ejecutar el acto sexual ,y no en la práctica masturbatoria, lo que lleva a considerar que es precisamente en presencia de la mujer que se produce la interrupción. Este síntoma aparece ligado a características, que se agrupan en dos vertientes. Por un lado, hombres inertes, pasivos, sin energía para las relaciones; y por otro, hiperactivos, que parecen vivir en un estado de perpetuas prisas y en toda actividad alcanzan sus objetivos de modo precipitado. El neurótico que hace todo de prisa, parece estar huyendo de sus resistencias inconscientes y hace todo febrilmente porque en cualquier momento renuncia a todo, en cualquier momento lo interrumpen.
Estas peculiaridades, se extienden a otras areas, donde a la menor dificultad abandonan la cuestión. Uno de los rasgos destacables, es el narcisismo exacerbado que marca la dificultad para dar o entregarse, para producir amor con otro o para otro, porque más bien están en posición de recibirlo.
Una posición psíquica, que puede interpretarse como una estructura dominante histérica, en el sentido que teoriza el Psicoanálisis, de que está en juego un deseo de un deseo insatisfecho y, estan más en posición de ser amado, admirado que de admirar o amar.

martes, 16 de marzo de 2010

ELLA ES LA CIUDAD

Fuertes combinaciones
deslizan sentidos exquisitos,
láminas de músculos
sostienen la carne tensa,
sin ser, ella misma,
el prodigio
de augurar
siglos venideros.

La sensación
trémula
de belleza
comienza
en partículas
mínimas.

Un poema
muestra ágiles acordes,
abarca mundos
que no tratan
de abarcarme.

Sonidos urbanos
descargando puertos.

Límites
que arrancan
el rodar de los cortejos,
cuyo poder
ni siquiera sospechaban.

Ella es la ciudad,
y yo,
su ciudadano.

jueves, 4 de marzo de 2010

EN TREINTA AÑOS

Aquí comienza
el tiempo inexplorado.

Seis lustros
de esperanzas abolidas,
escapadas
de eclipses y distancias,
mientras
aerolitos de besos
recorren la prosa de tus labios.

Cada día
trae distinto temblor
y, en el camino,
la vendimia del desierto
es la pitonisa
reveladora de plazos.

Después,
caen las ansias de vacío
del rebaño de nervios,
y los gritos a la nada
mutan mi perfil
al concluir
el eterno viaje hacia adentro.

Entonces,
canto al mito que cambió mi suerte
y destierro la vegetal obsesión
de musical congoja.

Invoco
el verbo en alta frecuencia
y la lucides polar de los finales.