En poesía y psicoanálisis
el modelo es nuevo en cada giro
y el instante, una nueva y desconcertante
evaluación de lo que fuimos
cuando al preguntarnos por nuestro ser
ya no somos éstos, sino lo escrito.
Únicamente nos desengañampos de aquello
que engañándonos
ya no puede dañarnos.
En medio del camino, en todo el camino,
entre océanos y estaciones
donde es difícil hacer pie,
hostigados por luces y fantasías
en el límite de hechizarnos, hablemos,
no del saber de los sabios, sino más bien
de su locura
su miedo al extravío
a la posesión,
de ser otro
o de otras
o de Dios.
El juicio de Dios terminó con Artaud.
El juicio del mundo, unió su alma a su cuerpo
y lo separó del mundo.
En la rabia tóxica de la tímidez de antaño,
que el diablo ampare una vez más
a la ideología surrealista.
me decian que en la poesia ,de alguna manera,habia que dejar la catarsis de lado.
ResponderEliminarPuede ser,no lo tengo en claro,pero seguramente es imposible salirse de este sujeto que somos en un mundo ¿ajeno ? o ¿ajenizado? .Creo que aquellos que intentamos escribir lo hacemos para recuperar la palabra
que forma parte del patrimonio comun apropiado
por la necedad institucionalizada
Brindo por la poesía como vehículo instrospectivo. En la poesía, soy quié soy.
ResponderEliminarUn placer leerte. Muchos saludos berlineses.
Fernando, gracias por tu comentario. Creo que la catarsis en la poesía, puede venir cuando leemos algo que nos llega al corazón o alma, y no cuando se busca conscientemente. Y me parece que es como dices, lo de "aquellos que intentamos escribir.."
ResponderEliminarun saludo
Marisol, mu bien dicho, en la poesía, soy quien soy, es decir, quien ella dice.
ResponderEliminarUn beso madrileño
"Únicamente nos desengañampos de aquello
ResponderEliminarque engañándonos ya no puede dañarnos"
Que intersante! sobre todo porque escribir nos permite entrar y salir del laberinto Un beso
Verónica, gracias por comentar.Sí, creo como dices, que escribir nos permite vivir historias diferentes.
ResponderEliminarUn beso