viernes, 5 de junio de 2009

LA CIUDAD VACÍA

Todo funcionó perfectamente. El mecanismo debía actuar a las treinta y seis horas, pasados los efectos de los gases. No pregunté que pasaría con los cadáveres, en general me desagradaban los muertos, el blanco y su rigidez final; claro que esto fué casi sin dolor, imperceptible música que elimina pasiones, fuera de sitio.
Los asesinatos en masa, me suelen impresionar, horrores del pasado quizá,algún sentimiento de comunión con la especie, puede ser.
Nadie estaba enterado de nada, la vida transcurría apacible en el universo de los hombres, todos unidos construían, es una manera de decir,la sociedad futura.
A pesar de todo, se me ocurre que el hombre es una especie de animal ingenuo, la luz lo sobrecoge y el fuego lo hechiza, la muerte en casi todos los casos suele ser una sorpresa.
Con respecto a la vida, con ella nunca se supo que hacer.
Tendré que alimentarme, luego buscar las cajas, el ordenador, algunos papeles y la grabadora para conversarme de lo que vaya ocurriendo. Se me aparecen nuevamente los muertos, espero que tengan algún sistema de limpieza o desintegración de la materia orgánica en desuso. Una ciudad podrida, carroña y fetidez para los buitres y la sangre corriendo por las alcantarillas, las vísceras llenando cloacas, no creo que sea un espectáculo agradable.
Tardaré un poco en salir. Antepasados devorados por peces y otros métodos de educación y conquista, recuerdo me destrozaron el cerebro alguna vez.
De cualquier manera, son decisiones del poder supremo, el resto mucho no interesa, a menos que haga mucho ruido, hacen lo que sus ciegos vicios de ser les ordenan.
Soy ahora, un corazón que late en la ciudad, muerta. Un poco de música con el desayuno vendrá bien, una tortilla de queso con café y tostadas, eso será bueno. Un ritual humano, me hará bien en medio de la catástrofe, una estúpida costumbre suele borrar los bordes del asco y la conciencia. El alimento también recuerda la diferencia entre la vida y la muerte, la alegría de sobrevivir es infinita.
Y el tiempo, que sería el tiempo para esta gente, qué buenas razones se darían a sí mismos para sus días y sus noches, qué palabras tendrían para sus hijos acerca de los misterios de la vida. Un don divino dicen, una posibilidad cósmica transformada en instrumento de la mascarada de dominio de las bestias, anonadas por el sol.
Saldré a caminar, despacio para desentumecerme, se me hincharon los pies y tengo como un mareo, una sensación de extrañeza y mi vida se me aparece como una burla, una feroz insistencia en marcar en mi rostro una mueca que me haga sentir que todo va bien. Como todos los habitantes de esta patética ciudad.
Leeré algunos libros, periódicos antiguos y sus bromas acerca del tedio y, los viajes que hacían para ver si existían personas en otros lugares y como vivían, si sus casas eran cuadradas o redondas, si eran capaces de buenos sentimientos o diferentes, es decir, hostiles. Tomaré notas de las ruinas. Pasaré cerca de los espejos, verme será bueno, me hará companía ver unos ojos vivos, sentir lo que siente, intuir el pensamiento de la sombra que se mueve delante mío. Demasíada pena, sería un lujo imposible para la investigación, debo cuidar mi mente, el corazón no puede depender de sí mismo. ¿Qué ley gobierna la vida de un hombre solo?
Mis costumbres, me recordarán quién soy y éstas, se irán alterando. Si digo que todo está bien, tendrá que estarlo, de lo contrario tendría que recurrir a alguién, y eso por ahora es imposible.
Silencios, profundos y lejanos sonidos del vacío, llenan la atmósfera enrarecida y solemne en la superficie. La radiación destruyó la materia orgánica, aniquiló por una lluvia tenaz los vaivenes de los jinetes del Apocalípsis y sus humos de tragedia evaporados. Sólo las nubes cambiarían de forma, imagen y movimiento.
¿Estarán todos almorzando con Dios? Aun así me parece una exageración de los métodos modernos y las tácticas de poder para desviar la manada.
Los relojes serán innecesarios, nadie me espera y momentáneamente, he perdido las referencias humanas que me sostenían. ¿Y ahora qué? ¿A quién engañar? Falso o verdadero se convierte en una cuestión vital. Al del espejo no podré recurrir, es implacable. Si hago como que muero me mata. El de la grabadora es un idiota, siempre repite las mismas cosas, depende de mi voluntad y soy el que interrumpe.Entre sombras emitiré algunos gritos, blasfemias y falsos juramentos perderán todo sentido.
Trataré de pensar en voz alta, sin elegir lo que vaya a decir, diciendo lo que se me ocurra sin juzgar ni el bien ni el mal, aunque aparentemente, nadie me escuche, tal vez mi voz pueda alterar mis sentidos, sería maravilloso, casi como un encuentro con otro.
Desesperar como estrategia, para reconocer mi situación real, puede ser; como manera de ser, insuficiente.
Estoy en el último aleph.No hubo incendios ni praderas en llamas. Un sordo murmullo de motores cruzó los aires y no fué disparado un solo proyectil.
Dentro de una horas podré salir y comenzar a redactar los informes.
Pasados los mil días y sus noches y luego del último adiós, cerrar la ciudad.

9 comentarios:

  1. ¿Qué ley gobierna la vida de un hombre solo?
    -la supervivencia
    pero la soledad aplasta a las personas aunque estén rodeadas de otras personas, siempre hay cosas que no compartimos con nadie...un gusto leerte
    un beso

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  2. volveré con más tiempo para seguir con tus otros relatos.

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  3. Quizás desesperar al fin y al cabo no sea tan poca cosa, al menos como estretegia, al menos es...
    Te dejo un abrazo.
    Alicia

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  4. "Si digo que todo está bien, tendrá que estarlo"

    "Desesperar como estrategia, para reconocer mi situación real, puede ser; como manera de ser, insuficiente."

    "Si hago como que muero me mata"


    Impresionante ! un beso

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  5. vangelisa-almasperdidas, gracias por pasarte por éstas páginas y recordar, que algunas cosas se pueden compartir. Por ejempolo, que la escritura nos permita acompañarnos en su existencia, de lo contrario serían simplemente papeles en un cajón.
    Besos

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  6. Alicia, bienvenida por aquí.Desesperar, tal vez, no sea poca cosa como decís, sobre todo si nos posibilita una salida como el humor o la creación.
    Un beso

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  7. Verónica, gracias por tu visita. Me gusta y me interesa, que destaques esas tres frases.Te dejo un beso para cuando vuelvas por aquí.

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  8. Jaime....Siempre un placer leerte.
    La soledad que mas consume al ser humano es la que sientes aùn estando acompañado...no puedes sobrevivir a semejante vacìo que genera.

    Un abrazo grande y nos continuamos leyendo.
    Marìa Laura.

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  9. Gracias, María Laura, por acompañarme en esta aventura, nos seguimos leyendo, claro que sí.
    Un beso

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