Querida amiga:
Te recuerdo como un corazón sombrío, oasis feroz, falso juramento donde la tarde cae arrullada por velos solitarios. No hay cosa más densa que el odio en voz pasiva, ni más mísera ubre que el amor trastocado. No es bueno dar alas a la impertérrita marcha del silencio. Los pasos idos, los besos, perdones y crímenes inconclusos, enferman violentamente tus vísceras.
En la templanza mandibular, duermes quejosamente, sabiendo que no responderás a familiares y amigos, ni compartirás sueños en tanto creas en deseos ajenos entre tus faldas.
Mejor no aferrarse al pasado.
Olvida los goznes de canciones que expliquen inútilmente, flancos de tu llanto en combate.
No rehuyas el cuerpo a cuerpo de la palabra a tiempo.
Tu alma se quiebra en noches de bronquios, la paseas en timidos intentos de lágrimas cansadas, donde colocas yus manos y juegas pliegues de tu boca, en pupilas enarboladas y escondidas, detrás de tu imagen pública.
Ya no queda nadie- me dijiste al pasar-todos se han ido.
Cuando alguien se va alguien queda. El lugar por donde alguien pasó, ya no está solo. Únicamente
está solo, de soledad humana, el lugar por donde ningún humano ha pasado. Sabemos que hay mutilados de distinta clase. Los hay de la guerra y también, hay quien perdió su rumbo y su rostro en el amor y no en el odio.
Alejate de la activa, hormiguenate eternidad de caídas en secreción sanguínea. Deja de jugar a la voz baja con el fantasma que duerme en la escalera. Termina con el tirano y sus verbos auxiliares, haz caso omiso., exacto, de los asabios de staño y de sacerdotes que llevan su cruz a cuestas, en círculo dando voces.
difícil texto y temática, la soledad y nuestras cruces dan voces, esperan ser oídas fuera de toda tiranía...doloroso. Abrazos amigo
ResponderEliminarSi nuestras cosas son escuchadas, convenientemente claro, pueden dejar de ser dolorosas y transformarse en otra cosa.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,claudia.