Aquí, incuestionable,
apoyo mi cabeza en la noche
y amo la plenitud inextensa de la página.
Cortejo errante
de largas filiaciones marinas
y hambre de lo eterno.
Desde la magnifica sensualidad
del brillo nómada del mundo,
vuelo en habitaciones selladas,
sobre almohadas de niebla,
en grietas de recuerdos.
Arrimando lo indecible,
endemoniado cielo,
a veces,
al borde célebre de un amor,
encuentro espacios del corazón
y arrojo lastre de dolor.
Alegre, entonces, hasta el tiempo,
más allá de vagos desgarros
persisto en la aproximación de la dicha
y con vivos tambores, invoco tus manos.
Ellas, tan pálidas en la nieve
como al sol tardío,
reverberan
en criaturas ciclópeas
que tocan mi alma,
de lejos.
CÓMO SERÁ ARRIMAR LO INDECIBLE AL BORDE CÉLEBRE DE UN AMOR? invocas tambores y las criaturas te tocan el alma aunque sea desde lejos. ME ENCANTÓ. SALUDOS
ResponderEliminarclaudia, tus señalamientos son bienvenidos y encantadores. Gracias
ResponderEliminarun beso
por qué dices lo del signo zodiacal??? si puedes me lo pasas a explicar??gracias
ResponderEliminarNo me ha molestado...para nada, no me intereso particularmente en ese ámbito.Gracias, saludos Hicho
ResponderEliminarDe acuerdo, claudia. un saludo cordial
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