La denominada Psicosis, la locura dicho en lenguaje coloquial, temida y deseada, se la encuentra en todos los tiempos y a todas las geografías pertenece.
Nos podemos preguntar ¿Qué habla en ella? cuando altera el curso "normal" de los acontecimientos y efectivamente, trastoca el ritmo de la producción, hasta el punto que se los separa en celdas y se intoxica sus alamas, sus dioses, gracias a los progresos de la ciencias físicas y químicas.
En siglo XX, se ha abierto una nueva dimensión crítica a las antidialécticas de la psiquiatría estadística. Una revisión de la historia, que podemos decirlo, es en la civilización occidental, la historia de su alienación. Civilización mecanizada, poblada de ciencias que se piensan a sí mismas y la técnica, que no piensa, plena de objetos afásicos, ciegos, hechizados por la cibernética amenazadora.
Si la Psiquiatría, en tanto medio de conocimiento y terapia de las psicosis, exige una revisión exhaustiva de su pensamiento, es necesario que el pensador, sea psiquiatra o no, esté advertido al precio de su propia experiencia, de una forma de psiquiatría alienante, que buscará el presunto trastorno del psicótico, excluyéndolo del fenómeno viviente, por haberlo revestido de una falsa noción: la enfermedad. Sin tener en cuenta ,que dicha "enfermedad", habla y de una manera singular y eso, está condenado de antemano.
En el final de ese verbalismo tóxico, está el espamo flotante de un cuerpo que retorna del futuro. Un halo de muerte recubre la escena y así procede, mediante hilos de angustia que no puede dejar de atravesar. Muralla que exige un atroz encogimiento; abandono de órganos como puede llegar a soñarlo la desolación de una niña. Reunión de razas humanas, plenas de rabia tóxica aplastando espacios siniestramente familiares.
En la palpitación de la noche solitaria, aquí está ese rumor de hormigas que producen los descubrimientos, las revelaciones, las apariciones: grandes cuerpos varados recobran viento y vuelo; inmenso zarandeo de la supervivencia. Disposiciones inmemoriales comienzan.
La muerte tiene al principio el rostro de lo que no pudo ser. Una desolación soberana es la clave de sueños que piden despertar.
El "psicótico", se encuentra en un punto tal, que se le ofrece a él y sus familiares, sus complices eventuales, "superar" los terrores sísmicos con narcóticos, drogas legales como chalecos químicos; curas de sueño eterno, inyecciones y absorciones tranquilizantes, antidepresivos, diques artificiales para el odio y experiencias comatosas en ciclos obsesivos. Todo está preparado y en su final, para no ver un corazón cuya claridad es la medida del miedo. Se puede percibir la eternidad de un zumbido de insecto y sobre tarimas, se entreveen las mil y una comezones nocturnas, el perdón de hallarse abandonados y golpear contra muros sin fin, cabezas que se entreabren y rompen en llanto.
Extendidos sobre una mesa, temblorosos sexos perdidos.
muy interesante por cierto eltrabajo,ensayo,post..GRACIAS
ResponderEliminarlidia-la escriba
www.deloquenosehabla.blogspot.com
Y todo se disuelve en la nada, escapa en silencio, se pierde, deja de buscar algo, siempre algo más.
ResponderEliminarUn abrazo.
Alicia
lidia,gracias por interesarte.
ResponderEliminarun saludo cordial
Alicia María Abatelli,es cierto, la búsqueda no cesa, porque no cesa el deseo.
ResponderEliminarUn abrazo
A veces hace la locura toma cuerpos y almas en cualquier "geografía" como vos decis ,lo hace quizás , para decir ciertas verdades que no nos animamos a mirar o a escuchar.Muchos Psiquiatras funcionan como geólogos perdidos dentro del mismo "fallo sísmico" apuntalando ciertos derrumbes con química. Un beso
ResponderEliminarVerónica, gracias por tu preciso comentario.
ResponderEliminarBesos
Locura, cordura, extraña dimensión que abarca tanto a una como la otra dentro de un no saber donde se encuentra la linea que lo delimita, ¿o si...? Lo que para unos es, para otros no lo es, supongo que la reglas impuestas lo saben, fuera de ahí quizás no tanto...
ResponderEliminarAbrazzzusss
Un placer conocerte
ONUBIUS, gracias por pasarte por aquí y comentar.
ResponderEliminarun abrazo
Nunca terminaremos de buscar... y si algo encontramos seguro q no es lo q queremos y esto nos lleva a una nueva búsqueda...
ResponderEliminarun saludo
Siab-MiprincesaAzul,cosillas se van encontrando si estamos en el camino, y lo que queremos nos encuentra a nosotros, porque no.
ResponderEliminarUn saludo
hola YCHOKOZAK paso a dejarte mi saludo y agradecerte el comentario que dejaste en mi entrada de poetas anonimos me gusta tu blog y mas porque habla sobre el sicoanalisis y me anote como tu seguidora te dejo mis saludos rosa
ResponderEliminarrosa manrique,encantado de conocerte y me alegra que te interese el psicoanálisis.
ResponderEliminarSaludos cordiales