De fuerzas poderosas
hablamos,
gestadas
en las cimas del futuro
y los pasos
precipitados de la tarde,
en bello estilo
inundando la pleura.
Sostuve
la crudeza,
sin nombre,
de tu olor
guiándome
en la oscuridad.
Laberintos
en páginas
bordeando
pieles renovadas.
Hablamos
lenguas de Babel,
y en mis ojos
-como láminas flexibles-
despierta
el olor
de la menta
en la ciudad,
irrevocable olvido.
Es lo mejor
que puedo hacer
con las horas
inconciliables,
los grandes momentos
y la particular
visión de las cosas.
Parece que lo verdaderamente importante, nos queda grabado en pequeñas abstracciones, un olor o un sonido confuso, para re-conciliarnos la piel con los grandes momentos. Muy "pasional". Saludos
ResponderEliminarAsí parece, amiga, un saludo cordial
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