lunes, 21 de marzo de 2011

CAJA DE LETRAS

Saber que hemos nacido
para vivir de nuestra muerte,
me hace beber
un vaso de aire
en los labios
inferiores de tu ansia,
y cuidar el sombrero
de mi cerebro, mal peinado.
La lírica
olvida mis costumbres
en el temblor
de vocales despiertas
al margen de tiempos añadidos,
cubiertos
con la palidez
de lo que perdura,
azares infinitos.
Quiero decirte:
el oleaje de gasa
en esta página
me lleva a las antípodas
de los sueños,
a imaginar
sonoras
cajas de letras,
empaquetadas
en el tren
que desliza
espejos frenéticos
por los rieles
de mi biblioteca.
Y ni el sol
o el mar,
un la menor o el do de pecho,
ni la loca pocilga de los puertos
o la sabiduría
me esperan
en muelles de arrebatos
y nudos
de cuerpos encontrados
en lentejuelas marinas.
Labios besados
en otras latitudes,
planetas marítimos,
donde arde mi sed,
infnita, sin raíces.

4 comentarios:

  1. Què fantástico, poder vivir de nuestra muerte en el temblor de vocales despiertas. Me encanta. UN BESO

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  2. compañero_ tu sed arde de forma infinita?_ bien ahí_ a eso se lo llama "voluntad de poder"_ sed de conquista_ pues este poema_ me deja en bambalinas.. a veces luces más que otras_ en esta oportunidad_ te has llevado toda la luz del sol_ "un vaso de aire en los labios inferiores de tu ansia"_ me encantó!

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  3. Ornella, gracias por acariciar mis oidos.Un abrazo

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